Iba hoy andando por la calle pensando en todo lo que tengo que hacer estos días para intentar lograr el éxito en esta nueva etapa que quiero emprender y he pensado en escribir un post por si le sirve a alguien de ayuda.

1.- Hay que querer perder peso. Si hemos llegado al punto del título del post, ya hemos dado el paso. En algún momento de nuestra vida todas nosotras hemos llegado a esa conclusión, queremos perder esos kilos que nos sobran. Ya tenemos el primer paso dado.

2.- Elegir el método adecuado. Esto suele ser difícil, ¿qué dieta sigo? Tengo muy claro que en mi caso voy a usar una dieta proteínada porque desde que las descubrí mi vida cambió.

Como os comenté, en esta ocasión me he decidido por el método Dukan para las dos primeras semanas porque me causa menos ansiedad, es más compatible con la vida social y la encuentro más natural. Si en esas dos semanas pierdo 3 kilos seguiré, si no empezaré con una de proteínas en polvo y cetósis, que aunque me da luego unas tremendas ganas de tener atracones, es lo más rápido para perder peso de cara a la boda de septiembre y luego ya veré cómo sigo.

Para hacer esta elección de la mejor forma deberemos ineteresarnos por las dieta que pensemos que nos va bien, buscar toda la información posible, hablar con algún profesional, utilizar los medios que tengamos a nuestro alcance como internet, bibliotecas, preguntar a amigos sobre el tema para intentar contar con la mayor cantidad posible de testimonios. En fin, no es bueno leer un artículo de cuatro líneas o escuchar una noticia de un minuto sobre algo y decidirnos a empezar sin ni siquiera conocer mínimamente el método y saber cómo puede afectar a nuestro cuerpo.

3.- Decidir la fecha de comienzo. Sinceramente pienso que eso de decir “mañana me pongo a dieta”, sin más planificación, está con toda probabilidad avocado al fracaso. Pensemos un poco en los compromisos que tenemos, en todos los momentos de tentación que vamos a sufrir, analicemos un poco la situación y elijamos ese “día D” para el comienzo de la operación “quiero dejar de estar gorda”.

4.- Vaciemos la casa y la nevera de todo aquello que no vamos a poder comer. Como ya hemos decidido y estudiado bien el método, sabemos qué es lo que no vamos a poder comer y lo mejor es evitar tentaciones. Sí, ya sé que en muchos casos (como las que tenéis hijos pequeños) este punto es imposible, pero intentémoslo, aunque sea habrá que eliminar de nuestros armarios lo que nos resulta imposible no comer y seguro que nuestros hijos-maridos-hermanos-padres pueden pasar sin ese alimento un par de meses, QUE NOS APOYEN UN POCO LEÑE, que nos lo merecemos.

5.- Exáminemos a fondo, pensemos en nuestros gustos y aquello que nos tienta y que no vamos a poder probar en un tiempo y démonos ese placer disfrutando de esa paella, ese chocolate con churros o esa hamburguesa doble con huevo, patatas y refresco azucarado. Tengamos nuestra “última cena”, pero sin remordimientos, despacito. No es cuestión de atracarnos la última semana de todo aquello que no vamos a poder comer durante la dieta hasta ganar 5 kilos, no, se trata de intentar hacer más fácil los primeros días de la dieta sin tentaciones en la cabeza.

Yo ayer comí tortilla de patata para almorzar, el lunes un plato de paella para comer y cenar, hoy huevo frito con pan congelado y un tozo de chorizo que tenía y con el que quería acabar y probablemente los días que me quedan caiga algún dulce y algún café con leche con azúcar.

6.- Publiquémoslo a los cuatro vientos (si pensamos que nos va a ayudar), porque en algunos momentos puede ser contraproducente, pero a veces puede ayudar  el que la gente lo sepa para que nos obliquemos a portarnos bien.

La verdad es que la primera vez no se lo dije a nadie hasta que no se dieron cuenta porque temia que fuese otro intento fallido.

7.- Preparar recetas que nos resulten atractivas (tanto tenerlas impresas o en formato digital como preparar el último día alguna cosita que resulte interesante para el primero de la dieta), hacer la lista de la compra y tener todo lo necesario, que no nos falten cosas y se nos haga mas difícil. Hay que tener a mano cosas propias del régimen que hayamos elegido.

Si vamos a hacer Dukan necesitaremos irremediablemente el salvado de avena y serían interesantes la levadura, los aromas, una buena provisión de distintas proteínas animales, aceite de parafina, yogures diversos, especias, infusiones…

Si decidimos hacer una dieta tipo Pronokal no estaría de más comprar provisiones de sobres para dos semanas, vitaminas y demás complementos que nos haya indicado el profesional que nos lleve, una buena cantidad de verduras permitidas, especias, infusiones…

8.- Revisar los utensilios de cocina y comprar lo necesario. Algo de silicona, utensilios aptos para cocinar en el microondas, una sartén que no se pegue, batidora a pilas (tanto para los sobres como para sacar espumita de la leche)… En fin, cada dieta tiene algunas cosas más específicas pero hay que pensar que en casi todas habrá que cocinar con poco aceite.

Por otra parte sería muy interesante poner el régimen en la puerta de la nevera y una foto “en todo nuestro explendor” para que no nos entren ganas de abrirla cuando no debamos.

9.- Hacer una lista con todos aquellos motivos por los que queremos hacer régimen. Nos servirá para consultarla en los momentos de debilidad.

10.- Un último consejo que a algunas nos os va a gustar. Haceros fotos, bastantes, vestida con ropas ajustadas para que se vea la figura o en ropa interior, en bikini, de frente, de espaldas, de perfil. Estas fotos es bueno ir repitiéndolas cada cierto tiempo para ver la evolución, ya que ayuda mucho. Puede que ahora incluso nos hagan llorar, pero nos servirán más adelante.

Si en estos días pienso en algo más para estar bien preparada, ya os lo añadiré y si tenéis algún otro “truco” para conseguir el éxito no dudéis en decírnoslo. Gracias por adelantado.